lunes, 27 de marzo de 2017

KEITH HARING. 1958 – 1990.



 
 
 
 
Nace en Pensilvania. Desde niño le gusta el dibujo y comienza a dibujar inspirándose en los dibujos animados de la televisión. Estudia arte en la Ivy School of Art de Pittsburgh y posteriormente en la Escuela de Artes Visuales en Nueva York.
 
Nueva York en 1980 vive una época de frenesí, el punk y la new wave eclosionan en la música, las artes plásticas y crítica social. Haring pertenece a esta generación pop.
 
Keith Haring, influenciado por la estética del cómic e incluso por los dibujos de Walt Disney, es uno de los artistas plástico y activista social más reconocidos de la década de los 80 y 90.



 
 
 
En Nueva York, su amistad Jean-Michel Basquiat, y su relación con los círculos musicales, literarios y de activismo social le sirven para trazar estrategias que le permiten difundir su trabajo en las calles, las paredes o los vagones del transporte público.
 
En el metro Haring pegaba papeles negros sobre anuncios publicitarios viejos y pintaba encima con tiza blanca, lo que le llevo a ser arrestado en varias ocasiones por daños a la propiedad pública.



 
 
 
Características de su obra:
 
En 1980 comenzó a hacer grafitis, dibujando con rotulador imágenes similares a dibujos animados.



 
Mural de Keith Haring en Nueva York.
 
 
Para sus obras escoge temas de actualidad y temas polémicos y los trata siempre con una cierta provocación muy al gusto de la sociedad en la que se mueve. Posemos ver: bebés gateando, sexos enormes, alusiones políticamente correctas a la energía nuclear, glosa de la “inquietud moral” ante las catástrofes, amoríos entre todo tipo de sexos...



 
 
 
Utiliza soportes pictóricos muy variados: muros, papeles, telas, fibra de video, metales, maderas y los trabaja con tiza, tinta, acrílico…, siempre con un estilo desenfadado y personal.



 
 
 
Dibuja empleando líneas gruesas para definir los contornos.



 
 
 
Colores primarios muy brillantes que cubren superficies planas.



 
 
 
También verdes, rosas, naranjas y lilas.
 
Su lenguaje pictórico muy simbólico es muy cercano al mundo infantil, influenciado, como dijimos, por el mundo de los tebeos y de los dibujos animados. En su simbología figuran perros ladrando, figuras con agujeros en el ombligo, otras que sostienen cruces, pirámides, naves espaciales y bebés que son un símbolo de energía y de ganas de aprender.



 
 
 
 
 
 
Su obra también se caracteriza por las críticas que emite en relación a la sociedad de consumo, a las nuevas formas de religiosidad y a las grandes amenazas que sugieren estos tiempos.



 
 
 
Una de sus mayores influencias fue la del artista Pierre Alchinsky, que le permitió apreciar las posibilidades del arte infantil empleado por un artista.
 
En el riquísimo vocabulario gráfico de Haring, encontramos ensambladas las influencias de Picasso, el Expresionismo, el arte ritual africano, precolombino y la cultura del hip-hop. Asimismo su obra la podríamos relacionar con los cuadros de El Bosco, pues admiraba las figuras grotescas que aparecían en sus cuadros del Bosco.



 
 
 
 
 
 
Homosexual militante, tras ser diagnosticado en 1988 como portador de VIH sus obras comenzaron a ser más comprometidas social y culturalmente abogando por el sexo seguro.



 
 
 
Siendo ya un artista de renombre estuvo en Madrid donde visitó la feria de arte contemporáneo Arco. Su comentario "aburridísimo". Todo lo contrario a la impresión que le causó el Museo del Prado.
 
Viaja a Barcelona a la exposición de Frederic Amat coincidiendo con Montse Guillén, dueña del restaurante “El Internacional” de Nueva York al que acudían personalidades como Andy Warhol. En Barcelona nace la posibilidad de que realizara un mural para la ciudad. Acepta y en seguida se pone a pensar en la idea y selecciona para realizarlo el barrio de el Raval.
El Raval era un barrio castigado por la pobreza, las drogas y las enfermedades de transmisión sexual. Por ello, decide crear su mural allí con la idea de alertar e informar sobre el Sida mediante referencias a los peligros del sexo sin protección. La pared que elige mide treinta metros y es el lugar donde más jeringuillas se encontraban todas las mañanas, es una pared en mal estado y piensa que será una obra efímera, pero debido al paralelismo que ve con los barrios de Nueva York en los que él comenzó su andadura, la quiere y consiguen los permisos para la realizar el trabajo. Trabajo que realiza en cinco horas.



 
 
 
En el Mural se representa una serpiente ahogando una jeringuilla, debajo de la cual se lee su nombre: Sida. A su izquierda se puede observar un grupo de personas huyendo a la vez que una pareja con una tijera pincha al reptil mientras otro individuo le coloca un preservativo. Y todo ello en un único color, el rojo, el color de la pasión, del peligro, de la sangre, en definitiva.
 
No es extraño que él, que de los vagones del metro saltó a los apartamentos de Manhattan, quisiera dejar uno de sus últimos alegatos contra la enfermedad que le mató en un lugar como el Raval.
 
Haring fue una figura activa sobre la enfermedad, la sexualidad y la homosexualidad. Esta última fue una de las constantes en sus creaciones debido a los prejuicios y el estigma de la época acerca de las relaciones entre hombres.



 
 
 
La obra de Haring tiene un gran carácter lúdico; prueba de ello es que los niños pueden jugar con sus esculturas situadas en un parque como si fuesen el equipamiento de la zona de juego de un parque infantil.



 
 
 
Durante los años ochenta, Haring realizó, gracias a la financiación pública, pinturas y esculturas relacionadas con temáticas infantiles.
 
Bajo los auspicios del sector público, enseñó a muchos niños a trabajar, a pintar y a crear arte a su manera. El propio artista lo explicaba de la siguiente forma:
 
“Desenrollo este gran rollo de papel. Los niños se sientan a mí alrededor. Hago algunos dibujos sobre el papel. Entonces ellos empiezan a dibujar con rotuladores o lápices. La música va sonando... y cuando para, todos nos cambiamos de sitio y nos sentamos en otra parte del papel...”.
 
Realizó talleres con niños en diferentes lugares.
 
Entre 1982 y 1989 realizó 50 enormes murales al aire libre, muchos encargados por instituciones cuando el establishment reconoció el alcance universal de sus mensajes.
 
Dejó en marcha una fundación Haring Foundation, creada en 1989, con la idea de desarrollar programas para niños en los que se hablara y se diera a conocer el Sida. Fundación que sigue en activo. En su obra Silence = Death, por ejemplo, se representan diversas figuras que se cubren los ojos y los oídos y se configura como la invisibilidad del Sida en la década de los ochenta.



 
 
 
Creo una infraestructura comercial para vender la ingente cantidad de merchandising que lleva su marca.
 
Haring diseñó el logotipo del Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas (1985).
 
Con motivo del centenario de la estatua de la libertad (1986) realizó un dibujo gigante que los niños colorearon.



 
 
 
También ilustró un par de libros infantiles.
 
Al final de su vida, dedicó gran parte de su tiempo a causas sociales, centros infantiles, proyectos antidroga y campañas de sexo seguro.
 
No fue un pintor político; pero democratizó el arte; hizo de las calles su lienzo. Las cubriría con inmensos murales.
 
“Keith Haring logra derribar estereotipos y generar nuevas interpretaciones en relación al arte como un dispositivo de comunicación y de regulación social. Parte de la transformación cultural y social durante la década de los 80, surge a partir de la nueva concepción que los artistas pop otorgan a su producción, como formas que se contraponen a las clásicas y permiten en cierta forma «democratizar» el arte, debido a que la sociedad moderna y las nuevas formas de producción y reproducción sugieren la necesidad de ampliar y potencializar las relaciones comerciales y culturales, la globalización hace parte de este fenómeno como un detonador de la información y las redes de comunicación.”



 
 
 
Podemos leer sobre él “Haring fue un pintor de monigotes, de esos muñecos que todos hemos dibujado muchas veces de pequeños”, pero fue algo más, fue un hombre cargado de sensibilidad y compromiso social que trasmitía a través de imágenes que nos parecen simples pero que están saturadas de simbolismo y denuncia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario