viernes, 29 de enero de 2021

Goya, retrata a la familia del Infante Luis de Borbón.


                                        El infante don Luis (1769), por Anton Raphael Mengs,

 Museo de Arte de San Diego.



El Infante Don Luis de Borbón, nace en 1727, en el palacio del Buen Retiro de Madrid, es el menor de los hijos varones de Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio.

Le llaman Luis en honor a Luis XV de Francia. Por su posición en la línea sucesoria a la corona de España, desde niño,  es destinado a la carrera eclesiástica tal como se hacía en toda Europa con  los segundones de la realeza y la nobleza

En 1735, cuando apenas tiene ocho años,  sus padres  consiguen que  la Santa Sede  le otorgue el  arzobispado de Toledo. El nombramiento, en un principio,  se realiza en calidad de administrador de los bienes temporales de la diócesis toledana;  el Concilio de Trento impedía el ordenamiento de sacerdotes niños.

Luis, nunca tuvo vocación religiosa,   sus aficiones eran la danza, la música, el tiro, la caza y la esgrima. Y en 1754 comunicó a su  hermano el  rey Fernando VI su deseo de dejar la carrera religiosa. El rey accede  y el Papa acepta su renuncia, por lo cual se le permite ese año abandonar la carrera eclesiástica.

 En 1761  Luis compra el  Condado de chinchón a su hermano Felipe, que se había convertido en duque de Parma.

 En 1776, contrae matrimonio morganático con  María Teresa de Vallabriga y Rozas,   de este enlace nacen cuatro hijos: María Teresa de Borbón y Vallabriga, futura condesa de Chinchón, Luis María, que se convertiría en cardenal-arzobispo de Toledo, María Luisa y Antonio María, que murió a edad temprana.

 Don  Luis, que ha tenido una educación esmerada; en Arenas de San Pedro, forma una pequeña corte donde tiene como músico a Boccherini, que forma allí una orquestina con grandes violinistas españoles. También se interesa el infante  por la ciencia y en especial por  la botánica, el arte, etc.. Como mecenas de las artes,  encarga retratos de su familia, a un buen número de pintores, entre ellos a Goya, al que mediados de   1783, invita   a Arenas de San Pedro. Goya estuvo con la familia del infante hasta el 19 de septiembre, realizando numerosos bocetos y retratos individuales de los miembros de la familia. Al año siguiente volvió para ejecutar uno colectivo. “ La familia del Infante Don Luis”. Estos encargos  fueron cruciales para la carrera artística de Goya que se destapó clamorosamente durante la década de 1780.

A continuación analizamos brevemente algunos de estos retratos, comenzando por los retratos que realiza de perfil al Infante Don Luis y a su esposa doña María Teresa de Vallabriga.




Los retratos, que hace pareja, los realiza Goya en el verano de 1783, durante  su primera visita  a Arenas de San Pedro (Ávila), lugar habitual de residencia de la familia.

 Ambos  retratos son estudios preparatorios para el gran lienzo que  realiza  de la familia que se conserva  en la Fundación Magnani-Rocca de Corte de Mariano (Parma, Italia).

 ¿ Quién es María Teresa?.

 Nace en 1759, es hija de un capitán del regimiento de caballería y de Josefa Rozas, condesa viuda de Torresecas.

En 1776, a los dieciséis años se casa con el Infante don Luis, matrimonio morganático.

 Ese mismo año Carlos III publica una pragmática matrimonial por la que los hijos del matrimonio son relegados de la sucesión al trono. Carlo III con ello protegía la sucesión de su primogénito que no había nacido en España, una de las condiciones de la sucesión.

 Centrándonos en los cuadros, que forman pareja, y aparece de busto y de perfil, mirándose ambos personajes, recortado sobre un fondo oscuro; El  viste casaca y camisa blanca con chorrera de encaje y hebilla sobre la que destaca la banda azul de la orden de Carlos III y debajo la roja del Toisón de Oro. Doña María Teresa, lleva recogido el pelo en una pequeña coleta atada con un lazo azul oscuro que se confunde con el fondo. Se puede advertir el tono azul intenso del único ojo que vemos del infante, al que Goya intentó dotar de una cierta transparencia para su perfecta caracterización. En el rostro sonrosado se aprecian los efectos de la edad, así como la personalidad blanda y espiritual del retratado.

Me llama la atención las grandes pinceladas sueltas y rápidas con las te trata el chal de María Teresa.

 La contraposición entre ambos perfiles recuerda la tradición de las medallas, relieves y estelas de la Antigüedad, que resurgen en el Renacimiento.


“La familia del infante don Luis de Borbón”




Se trata de la primera gran composición a la que se enfrenta Goya, un gran retrato colectivo fechado en 1784 , diecisiete años antes que el de la familia de Carlos IV.

 ¿Qué vemos en el lienzo?

En conjunto observamos que Goya  le da a la composición un aire de intimidad  cotidiana.

María Teresa,  sentada en el centro de la composición, con un llamativo peinador blanco, mira directamente al espectador,  mientras es peinada, por su peluquero Santos Gracia. Tiene delante una mesa en la que su marido, el infante don Luis de Borbón, de riguroso perfil, juega a las cartas.   Tras él y también de perfil encontramos a su hijo, don Luis María, más tarde cardenal y arzobispo de Toledo. A su lado la pequeña María Teresa por la que Goya sentía predilección. Esta niña se casaría más adelante con Godoy,  y será retratada por el pintor en un soberbio retrato cuando estaba embarazada. Algunas damas de la pequeña corte y en el ángulo inferior izquierdo, agachado y en penumbra, encontramos al propio Goya pintando sobre un gran lienzo que se dispone en perspectiva.

A la derecha de la infanta se disponen en friso (de izda. a dcha.): la niñera Isidra Fuentes con la pequeña María Luisa en brazos; Manuel Moreno de las Heras, el más corpulento, oficial de la Secretaría del infante; Gregorio Ruiz de Arce, ayuda de cámara, o Estanislao de Lugo y Molina, preceptor de Luis María, o el violonchelista y compositor Luigi Boccherini; Francisco del Campo, secretario particular de María Teresa e introductor de Goya en el círculo de don Luis; y Alejandro de la Cruz, pintor de cámara de su alteza. El fondo de esta reunión  está enmarcado por grandes cortinas recogidas de color verde.

La composición de esta obra se organiza en dos diagonales que se cruzan en el centro, lugar ocupado por María Teresa.

Observamos como  mediante la utilización de la luz  ha individualizado perfectamente cada uno de los personajes, y ha creado una atmosfera  que da a la composición  un ambiente distendido como debían ser las veladas de don Luis.

 Las calidades de telas y adornos han sido representadas de manera exquisita, abriéndose el maestro la puerta como retratista de corte.

 La obra presenta cierta frontalidad, no hay fisuras que nos hagan pensar en una línea movida lo que, la aleja de la perspectiva barroca.

En cuanto al cromatismo, emplea  varias tonalidades de rojo que se confunden con la imprimación del cuadro.

Por desgracia para Goya su primer mecenas, el Infante Luis, fallece dos años después, pero Goya consigue el respaldo del los Duques de Osuna.

La del infante Don Luis fue la primera familia retratada por Goya en su carrera, más tarde llegarían la de los Duques de Osuna y la de Carlos IV.

Por ultimo analizaremos dos de los retratos que realiza de María Teresa de Borbón:

El realizado en 1783, cuando aún es una niña, y que se conserva en la en la galería Nacional de Arte de Washington D.C.







 La pinta  de pie, sobre  un pretil dentro del palacio con su perro  y de fondo la Sierra de Gredos. En este caso, parece,  un fondo muy real, aunque es habitual que el pintor  empleé fondos-telón: inventados en su estudio, no tomados del paisaje. En la montaña se aprecia el color grisáceo de la piedra. Es posible que Goya imitase alguna composición inglesa que insertarse el personaje en el paisaje.

 Llana la atención el tratamiento de la ropa, Goya carboniza el azul del corpiño respecto al tono de su piel.

Si nos fijamos en el perro, esta raza   es muy común en los cuadros de Goya.

Se puede decir, también, que este es uno de los primeros retratos españoles donde a los niños se los trata como tales, dentro de un entorno de juego habitual en la infancia.

En toda la obra emplea lo que se conoce como “paleta atmosférica”, fiel a la naturaleza.


 

La Condesa de Chinchón. 1800






Nace en noviembre 1780

Ostenta por derecho propio y hasta el fin de sus días los títulos de  Condesa de Babadilla del Monte  y de Chinchón y por matrimonio fue, durante algunos años, Princesa de la paz y duquesa de Alcudia .

Apartada de la corte desde su nacimiento, junto con sus hermanos,  no pudieron usar el apellido del padre por la  Pragmática Sanción de Carlos III. A la muerte de su padre, en 1785, es enviada con su hermana al convento de San Clemente de Toledo, de donde salió para casarse con Godoy el 2 de octubre de 1797. El matrimonio fue decidido por decreto de Carlos IV, tras ser consultada María Teresa, que tenía dieciséis años que  accedió. La boda favorecía a ambas partes: a la familia de María Teresa   se  le restablecía su posición en la caca de Borbón y se rehabilitaba a los tres hermanos y a su madre, autorizándoles a llevar el apellido real y los títulos. Por otra parte,  los reyes, además, elevaban así a Godoy, su hombre de confianza, al emparentarle con la casa real.

 En este óleo sobre lienzo, la Condesa, sobre un fondo oscuro y neutro, aparece sentada en  un sillón de época, los brazos sobre el regado. Viste un  elegante vestido de gasa blanca con puntilla azulada  y decorado con pequeñas flores y corte imperio, según la modo de la época.  Se toca con una diadema con  espigas de trigo, según la moda de los adornos femeninos de esos años que incluían flores y frutos, pero tiene aquí el significado añadido de ser emblema de fecundidad, como símbolo de la diosa Ceres, cuyas fiestas se celebraban en la Antigua Roma precisamente en el mes de abril.

 En la mano izquierda luce una sortija, cuya pincelada central, precisa y muy bien definida, resalta el brillo del diamante, y en la derecha otra, sobre el dedo corazón, adornada con la miniatura de un retrato masculino, muy abocetado, sin duda de Godoy, que luce la banda azul de la orden de calos III.

 La luz ilumina plenamente la delicada figura, resbalando sobre el traje de tonos claros, creando un especial efecto atmosférico que recuerda a las últimas obras de Velázquez. A su alrededor no hay elementos que aludan a la estancia, reforzándose la idea de soledad que expresa el bello rostro de la joven. Y es que Goya concentra toda su atención en el carácter tímido y ausente de María Teresa, animando al espectador a admirarla de la misma manera que hacía él mismo.

No debemos olvidar la importante base de dibujo que presenta, especialmente el rostro. La gama de colores cálidos con la que trabaja otorgan mayor delicadeza y elegancia a la figura. 





viernes, 11 de diciembre de 2020

Artesonado Várez Fisa. Museo del Prado.



 

 Es un alfarje de  madera de pino de 66 metros cuadrados, de autor desconocido, se realizó  hacia 1400, se dice que para  el sotocoro de la iglesia de Santa Marina de Valencia de Don Juan, en León, pero realmente es el montaje que un anticuario o de coleccionista realizó  a partir de varios artesonados antiguos de procedencia  desconocida, según las investigaciones de Gutiérrez Baños, que le da uno siete orígenes, todos de la zona mitad norte de Castilla y León.

El Alfarje de Váraz Fisa es un ejemplo de un género artístico característico de la baja Edad Media Española, en el que unas vigas maestras, las jácenas, apoyadas sobre otras que irían  colocadas sobre el muro, los aliceres, soportan a otras más pequeñas, las jaldetas, dispuestas perpendicularmente a las primeras, sobre las que descansan tableros decorados en forma de medallones.








Toda su superficie está pintada en estilo gótico con temática religiosa, profana y heráldica.





Al tratarse de una obra que integra elementos procedentes de distintas armaduras de madera, cualquier intento de buscar en él un programa iconográfico coherente y articulado resulta inútil.  En todo él nos encontramos con temas religiosos, profanaos, motivos heráldicos, fantásticos y decoración geométrica. 



Los temas profanos mucho más numerosos los encontramos tanto en los dinteles como en las jácenas. Tenemos escenas cinegéticas como la caza del oso, alternan con otras cortesanas: danzas, torneos y escenas amorosas, entre otras.

Los temas religiosos están inspirados en la Biblia y sobretodo en el Nuevo Testamento.




 También abundan las que muestran a hombres luchando contra monstruos, entre ellos grifos y dragones que encarnan vicios y pecados, o las de animales luchando entre sí, como el águila y la serpiente.


 A continuación podemos ver el video  que  sobre el artesonado y las obras que cuelgan en la sala Várez Fisa  realizan,  Pilar Silva, Jefe de Departamento de Pintura española (1100-1500) y Pintura flamenca y Escuelas del norte, y Enrique Quintana, Jefe de restauración


https://youtu.be/u7kCETAgwsc


lunes, 30 de marzo de 2020

“ Dulle Griet”. Pieter Brueghel el Viejo.





Es un óleo sobre tabla y está en Museo Mayer van den Bergh , Antwerp ( Belgica)

Es conocido como la “ Loca Meg”, apodo despectivo, con el que se señalaba a las mujeres astutas y de mal carácter en la zona Flandes, acerca de la cuales existen diferentes proverbios flamencos como el que dice:" ella puede saquear la puerta del infierno y volver ilesa" o bien "una mujer hace ruido, dos mujeres dan mucha preocupación, tres equivalen a un mercado anual, cuatro son una pelea, cinco forman un ejército y para seis, ni el propio diablo tiene armas".

 ¿Qué observamos en el cuadro?

 A una mujer campesina, “la loca Meg”, que con un ejército de mujeres se dirige a asaltar las puertas del infierno.
Meg, la protagonista, representada a mayor escala y vistiendo una armadura brillante, sin titubear, camina hacia el infierno en búsqueda del diablo, sorteando sin miedo seres grotescos, monstruosos y demonios, atizando a quien se le pone por delante al igual que sus compañeras.
Si nos fijamos en Meg, vemos que porta un saco con el botín, en el que va acaparando los “tesoros” que encuentra y entre ellos destaca una sartén, que podríamos entender como esa característica del autor para darle un matiz satírico y moralizante a la obra. El pintor, podríamos decir, se burla de la mujer agresiva. Lo vemos en su cara, su porte, su vestimenta, todo indica el desequilibrio mental de esta mujer dispuesta a una conquista que le pueda….

Si seguimos observando el cuadro en el ángulo inferior derecho vemos un pequeño ejército de hombres al que se enfrentan las mujeres, algunos autores han querido verlo como una alusión a la lucha de sexos.

La obra compuesta con varias escenas, cada una de ellas repleta de figuras, todas representadas en movimiento, muchas de ellas grotescas y a acompañadas de elementos arquitectónicos y formas que nos recuerdan las pinturas del Bosco y su “ horror vacui”.

¿Quién es Meg?.

Meg es una figura del folclore flamenco .

No solo fue representada por Pieter Brueghel el Viejo, también es protagonista de una obra del pintor flamenco David Teniers el Joven (1661).






Tinta y gouache sobre papel. David Teniers. 15611. Museo Palacio de Arte de Düsseldorf. 


 Además, aparece como un personaje menor en la obra teatral “Top Girls” escrita por Caryl Churchill 1982 y es la heroína de un cómic de Suske y Wiske.


El cuadro pintado al óleo sobre tabla es de carácter folclórico flamenco con claras influencias de El Bosco, que se hizo famoso en todo el mundo “por contar lo que no se puede contar” y en el que la protagonista representa a una mujer campesina: la loca Meg.

Como hemos dicho es una obra pintada al óleo sobre tabla, en ella llama la atención la perfección del dibujo y la gama de colores rojizos, ocres y naranjas que domina la escena, que ayuda a darle un aspecto infernal.

El dibujo es minucioso, muy trabajado e ingenuo, tiene una gran carga satírica y moralizante. El sentido moralizante, son parte de la influencia de El Bosco.

Llama la atención también la enorme maestría a la hora de componer y lograr encajar a todas las figuras en un gran número de escenas.

El autor:

Sabemos poco de los primeros años de su vida : nació entre 1524 y 1530 cerca de Breda, y su biógrafo contemporáneo Karel van Mander nos dice que se inició como aprendiz en el taller de Pieter Coecke van Aelst, aunque algunos historiadores lo ponen en duda. Ingresó en el gremio de pintores de Amberes, la Guilda de San Lucas, en 1551, y como todos los pintores, viaja a Italia para conocer las colecciones de escultura clásica que papas y cardenales hacían resucitado con sus excavaciones en Roma y a los grandes maestros y obras de la pintura de Florencia y Venecia. Tras pasar tres años en Italia, regresó a Amberes, y en 1555 comenzó a trabajar para el impresor Hyeronimus Cock .

Cock es una figura única e imprescindible para la cultura europea. En su taller Aux Quatre Vents, transformó la imprenta artesanal en una industria basada en la división del trabajo, uno de los pilares económicos de Flandes.

Gracias a las estampas Cock y a sus libros ilustrados se difundió el Alto Renacimiento italiano por Europa y se dio conocer a Rafael, Andrea del Sarto, Bronzino o Giulio Romano y aunque fuese poco después de su muerte, de la imprenta de Cock salió el libro que fijó el canon de los grandes pintores flamencos, Pictorum aliquot celebrium Germaniae inferioris effigies, entre los que incluyó, por cierto, a Pieter Bruegel el Viejo.

Durante siete años y hasta su traslado a Bruselas en 1563, Bruegel fue quizá la pieza más importante del taller por su habilidad como dibujante, pero sometido a las exigencias de la industria que le imponía su patrón.
Cock, apasionado por la obra del El Bosco como el propio Bruegel, en el taller hacia dibujar a Bruegel al estilo del Bosco, pintor favorito del publico, desaparecido en 1516 y del que quedaban muy pocas pinturas, y una gran demanda de sus estampas.
Las estampas pintadas por Bruegel, Cock las hacía pasar como obras del Bosco. Una de estas estampas es “ El pez grande se come al chico”.






Luego nos encontramos con Peter Bruegel no solo como pintor de obras al óleo sino también como gran dibujante de obras para grabar.

Antes de continuar, recordemos que las estampas impresas fueron para el siglo XVI lo que la televisión para el XX, el difusor de la imagen.

Las grandes obra pictórica no estaba al alcance del público en general y además se mostraba a la vista en círculos muy reducidos, a no ser que adornase grandes templos que tampoco se localizaban el todos los núcleos de población. Por el contrario, las estampas llegaban a cualquier lugar, y estaban al alcance de muchos bolsillos. Los campesinos podían tener imágenes de devoción para rezar, los burgueses podían decorar sus estancias con paisajes, escenas costumbristas cómicas, fábulas, hechos heroicos o de la historia sagrada; los humanistas y eruditos tenían en sus bibliotecas libros de retratos de reyes y artistas… Sin olvidar que los pintores conocían así la obra de otros pintores que habían alcanzado la fama.

Tras las imitaciones del Bosco, en 1557 Bruegel hizo los dibujos para la serie de estampas "Los siete pecados capitales", que ya aparecerían firmadas en latín por Bruegel , y al año siguiente las continuó con "Las siete virtudes". Y por supuesto se grabaron los dibujos que había hecho en los Alpes, con gran éxito entre el público.

Tanto Brueghel como Cock trabajaron en ocasiones con el grabador Pieter van der Heyden . Los tres participan en la ejecución de la serie de los pecados capitales, siendo Brueghel el inventor de los dibujos, van der Heyden el grabador y Cock el editor de la serie.

Y aquí vemos: Lujuria, de Los siete pecados capitales, de Pieter van der Heyden a partir del dibujo de Pieter Bruegel el Viejo, 1558, grabado editado por Hyeronimus Cock.






En este universo de formas irreales, Brueghel ofrece su visión del hombre, la miseria cotidiana, la locura y la enfermedad.

 La obra de Pieter Bruguel la podemos, de forma escueta, dividir en:

Óleo sobre tabla , ejemplo “ la torre de Babel” 1563.




Representa una de las escenas del Génesis.

Temple sobre lienzo sin preparar .

Esta técnica hace que pasado un tiempo parte de la pintura se absorba y se vaya volviendo mate.





La vida campesina Hacia 1621. Óleo sobre lienzo.



 Dibujo. Solo se conocen sesenta dibujos de Bruegel.




Pieter Bruegel el Viejo. The Kermis of Saint George, hacia 1559. The Albertina Museum, Viena 


Siguiendo con algunas de las características del pintor, reiterar que sus composiciones son muy elaboradas en las que nos muestra multitud de escenas con muchos personajes que nos recuerdan la obra de el Bosco y donde todo está enmarcado por un paisaje en el que podemos ver la influencia del gran paisajista Patinir; todo ello realizado con un dibujo minucioso y lleno de detalles .

No debemos olvidar que Bruegel fue un cronista de la vida de su tiempo, recorrer sus cuadros es como ir leyendo las costumbres del mundo que le rodeaba. En sus cuadros y dibujos la sociedad aparece representada expresando tanto la alegría (comidas, fiestas, bailes, juegos) como la desgracia (pobres, tullidos, vagabundos, etc).

¿En qué momento estamos?

La época en la que vive el pintor es un periodo convulso de guerras continuas por motivos de religión o políticos, de transformaciones sociales producidas por el descubrimiento y la expansión por el Nuevo Mundo, a lo que tenemos que sumar las plagas y epidemias que se extendieron por Europa. Años en los que la ciencia sufrió un avance vertiginoso, la religión católica perdió su posición dominante en Europa y el poder político español tuvo que enfrentarse a la sublevación de los Países Bajos.

Como ciudadano y artista del momento, la mirada de Brueghel muestra este periodo turbulento desde una óptica en la que se mezcla lo urbano y lo rural, la clase más poderosas y el pueblo raso.

Sus obras se han interpretado de diferentes maneras, como referente de las ideas de diversos pensadores religiosos, de los conflictos entre catolicismo y protestantismo, de la dominación de los Países Bajos por parte de los españoles y como equivalentes visuales de alegorías dramáticas representadas en público por sociedades retóricas flamencas.

Fue muy famoso en vida y su influencia sobre la pintura flamenca posterior fue inmensa.

 “La caída de los ángeles rebeldes”.




En estas obras es donde el artista plasmó mejor su ingenio. Se inspiró en la obra de su antepasado, El Bosco

martes, 10 de marzo de 2020

Jan van Eyck. “ El político de gante”.




Si te gusta la pintura y uno de tus pasatiempos es curiosear por las exposiciones, ahora tienes la oportunidad de ver hasta el 30 de abril, orline en el Museo de Bellas Artes de Gante la exposición :

”Una revolución óptica” comisariada por Yill- Holger Borchert.

Y profundizar en el Blog: https://visit.gent.be/es/blog. 

Sobre:

 -La tecnicas de Jan van Eyck.

 -Simbolismo del políptico.

 -Datos curiosos sobre el cordero místico etc…


 Fíjate en el Broche en cuyo zafiro, capta la luz de la ventana y observa la maestría del pintor para captar los detalles.

jueves, 1 de agosto de 2019

Fra Angelico, 1395-1455.



Si te interesa conocer la obra de Fra Angelico, el Departamento de Educación del Museo del Prado tiene un ciclo de conferencias muy interesantes, te dejo los enlaces.



https://youtu.be/hniPLMtEqTk

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Edward Burne- Jones. 1833-1898.

Pintor y diseñador ingles de finales del siglo XIX.



 
 
 
Su interés por el arte surge, en torno a 1853, cuando estudiaba Teología en Oxford. Es allí donde entabla amistad con William Morris, a ambos les interesa la historia medieval, el arte y la literatura; los dos tienen una mentalidad romántica opuesta al maquinismo y a la industrialización, y muy cercana al pensamiento del crítico John Ruskin y de los pintores prerrafaelistas.
 
En 1855 Burne-Jones conoce a Dante Gabriele Rossetti, uno de los fundadores de La Hermandad de los prerrafaelistas, y será Rossetti quien le aconseje dejar sus estudios de Teología y a dedicarse al arte.
 
Rossetti será quien le proporcione los primeros encargos: los diseños para unas vidrieras de tema medieval.



 
 
 
“La Boda de Sir Tristán”
 
 
Durante el resto de su vida no abandonará esta técnica, como tampoco su amor por el dibujo y por la acuarela.
 
Burne-Jones es un pintor autodidacta, a parte de las pocas lecciones que le da Rossetti sobre las técnicas de tinta y acuarela, no recibió más enseñanzas artísticas. Por eso, su interés por viajar a Italia para conocer y estudiar las obras de los grandes maestros del Renacimiento. Realiza cuatros viajes entre 1859 y 1877 en los que se centra en el estudio la técnica al óleo.
 
Se sabe que estudio y copió obras de los maestros venecianos Tiziano y Giorgione, y de los florentinos Ghirlandaio, Botticelli y Lippi. La influencia de Mantegna, es clara, la vemos en los paisajes misteriosos y el detallismo arqueológico y de Miguel Ángel en el estudio de la anatomía del cuerpo.



 
 
 
” La rueda de la fortuna”.

Aquí apreciamos claramente la influencia de Botticelli en la figura femenina y de Miguel Ángel en los desnudos.
 
Toda su obra, al igual que su pensamiento, está envuelta en la mística del simbolismo romántico, en el mundo de leyendas medievales que representaba con la estilización del renacimiento italiano.
 
“Durante casi toda su carrera no fue muy aceptado por la crítica y por los sectores más conservador de la sociedad victoriana británica, que rechazaba sus pintura por cambiaba la tradicional acuarela inglesa por fantásticas visiones de mujeres de ojos grandes, caballeros de facciones suaves y diosas de cuerpos alargados exhibiendo colores demasiado atrevidos y adoptando posturas "exageradas" hasta la "deformación”.



 
 
 
Retrato de Maria Zambaco.

Al recorrer su obra nos encontramos con temas de :
 
Historias medievales de caballeria como "Rey Cophetua y la criada mendigo".


 
 
 
 
"Merlín y Nimue" y las Leyenda de Arturo.



 
 
 
"El último sueño de Arturo en Avalon".

En esta imagen inspirada en temas medievales, y en las de temas clásicos o bíblicos, vemos la influencia de Botticelli, y el sentimentalismo y el estilo de ensoñación romántica. Están consideradas como las mejores obras de la escuela prerrafaelista.
 
Temas mitológicos, como puede verse en su ciclo sobre el mito de Perseo al temple o en Atlas transformado en piedra.


 
 
 
 
"El jardín de las Hesperides”


Temas bíblicos como: “ Mañana de resurrección”.



 
 
 
A menudo, las obras las planeaba como conjuntos narrativos a modo de serie. Las más conocidas son la de la La leyenda de Briar Rose, una versión de la Bella Durmiente en la de Arturo en Avalón; la de Pigmalion y la figura; y la más interesante dedicada a Perseo.



 
 
 
"Die Berufung des Perseus".


Las obras de Eward, son obras muy pensada ,antes de plasmarlas en el lienzo realiza numerosos estudios preparatorios y dibujos de cada una de las figuras. Con frecuencia dejaba el cuadro a medias y lo retomaba años más tarde, por lo que es difícil datar sus obras con exactitud.
 
Otra de sus peculiaridades es ser uno de los primeros en romper con el formato convencional del cuadro. Se inclina por los formatos muy apaisados o exageradamente estrechos y verticales. Lo vemos por ejemplo en “La escalera de oro”.



 
 
 
Dieciocho doncellas descienden por una escalera.
 
Para aumentar este efecto de formato estrecho y alargado se vale de los elementos arquitectónicos, las cortinas y los vestidos, lo que permite que centremos la atención en las figuras y las percibamos más monumentales.
 
 Además de pintar, investigó las posibilidades de la artesanía, que incluían el diseño para decoraciones interiores, de azulejos de cerámica, joyería, tapices, alfombras, papel pintado, muebles y vestimentas teatrales.
 
La representación de temas artúricos es una constante en la corriente artística del prerrafaelismo, y sin duda, de todas las obras de esta temática, cobra especial fuerza “La seducción de Merlín”.



 
 
 
Según la leyenda, un día Merlín conoce a la joven Nimue, de la que se enamora, la joven no le corresponde pero quiere conocer su magia, y pasan mucho tiempo juntos. Él cegado por el amor le confía todos sus secretos. Nimue conocidos los secretos y valiéndose de sus artes de seducción, encierra a Merlín en una prisión eterna.
 
Burne-Jones recrea la leyenda basándose en los versos de Tennyson y nos muestra el momento del encierro de Merlin. Vemos en primer plano la figura de Nimue que sostiene el libro de hechizos y mira por última vez a Merlín mientras la serpiente dorada se desliza por sus cabellos. A Merlin no lo representa con una mirada de rabia y de derrota. La prisión en este caso son unas ramas de flores de espinas que atrapan al mago, en alusión a la versión en la que queda prisionero en el hueco de un árbol.
 
Pero recordemos que para los prerrafaelistas un elemento clave en sus obras es la flora, en la que nada responde al azar sino que todo tiene su significado. En este caso la flor del espino, que es la flor de la esperanza y una flor considerada amuleto contra la magia negra, la idea que nos quiere transmitir es la de perseverancia, la de una derrota que no es tal porque aún puede ser salvado. Además, en la parte inferior izquierda del cuadro, tenemos la presencia de una flor distinta que Merlín señala con la mano. No se aprecia bien cual es pero se cree que podría ser una amapola blanca, que se relaciona con el concepto de la muerte como un sueño eterno y de la inmortalidad.
 
 
El espejo de Venus
 
 
 
 
Las imágenes están tomadas de internet.


Si te interesa el tema “Los prerrafaelistas”, lee la entrada:

 https://arteaula23.blogspot.com/search?q=