domingo, 1 de junio de 2025
viernes, 29 de enero de 2021
Goya, retrata a la familia del Infante Luis de Borbón.
El infante don Luis (1769), por Anton Raphael Mengs,
El Infante Don Luis de Borbón, nace en 1727, en el palacio del Buen Retiro de Madrid, es el menor de los hijos varones de Felipe V y su segunda esposa Isabel de Farnesio.
Le llaman Luis en honor a Luis XV de Francia. Por su
posición en la línea sucesoria a la corona de España, desde niño, es destinado a la carrera eclesiástica tal
como se hacía en toda Europa con los segundones de la realeza y la
nobleza
En
1735, cuando apenas tiene ocho años, sus
padres consiguen que la Santa Sede le otorgue el arzobispado de Toledo. El
nombramiento, en un principio, se
realiza en calidad de administrador de los bienes temporales de la diócesis
toledana; el Concilio de Trento impedía
el ordenamiento de sacerdotes niños.
Luis, nunca tuvo
vocación religiosa, sus aficiones eran
la danza, la música, el tiro, la caza y la esgrima. Y en 1754 comunicó a
su hermano el rey Fernando VI su deseo de dejar la carrera
religiosa. El rey accede y el Papa
acepta su renuncia, por lo cual se le permite ese año abandonar la carrera
eclesiástica.
En 1761 Luis
compra el Condado de chinchón a su
hermano Felipe, que se había convertido en duque de Parma.
Don
Luis, que ha tenido una educación esmerada;
en Arenas de San Pedro, forma una
pequeña corte donde tiene como músico a Boccherini, que forma allí una
orquestina con grandes violinistas españoles. También se interesa el infante por la ciencia y en especial por la botánica, el arte, etc.. Como mecenas de
las artes, encarga retratos de su
familia, a un buen número de pintores, entre ellos a Goya, al que mediados
de 1783, invita a Arenas de San Pedro. Goya estuvo con la
familia del infante hasta el 19 de septiembre, realizando numerosos bocetos y
retratos individuales de los miembros de la familia. Al año siguiente volvió
para ejecutar uno colectivo. “ La familia del Infante Don Luis”. Estos encargos fueron cruciales para la carrera artística de
Goya que se destapó clamorosamente durante la década de 1780.
A continuación analizamos brevemente algunos de estos
retratos, comenzando por los retratos que realiza de perfil al Infante Don Luis
y a su esposa doña María Teresa de Vallabriga.
Ambos retratos son estudios preparatorios para el
gran lienzo que realiza de la familia que se conserva en la Fundación Magnani-Rocca de Corte de
Mariano (Parma, Italia).
¿ Quién es María Teresa?.
Nace en 1759, es hija de un capitán del regimiento de caballería y de Josefa Rozas, condesa viuda de Torresecas.
En 1776, a los
dieciséis años se casa con el Infante don Luis, matrimonio morganático.
Ese mismo año Carlos III publica una pragmática matrimonial por la que los hijos del matrimonio son relegados de la sucesión al trono. Carlo III con ello protegía la sucesión de su primogénito que no había nacido en España, una de las condiciones de la sucesión.
Centrándonos en los cuadros, que forman pareja, y aparece de busto y de perfil, mirándose ambos personajes, recortado sobre un
fondo oscuro; El viste casaca y camisa
blanca con chorrera de encaje y hebilla sobre la que destaca la banda azul de
la orden de Carlos III y debajo la roja del Toisón de Oro. Doña María Teresa, lleva
recogido el pelo en una pequeña coleta atada con un lazo azul oscuro que se
confunde con el fondo. Se puede advertir el tono azul intenso del único ojo que
vemos del infante, al que Goya intentó dotar de una cierta transparencia para
su perfecta caracterización. En el rostro sonrosado se aprecian los efectos de
la edad, así como la personalidad blanda y espiritual del retratado.
Me llama la atención las grandes pinceladas
sueltas y rápidas con las te trata el chal de María Teresa.
La
contraposición entre ambos perfiles recuerda la tradición de las medallas,
relieves y estelas de la Antigüedad, que resurgen en el Renacimiento.
“La familia del infante don Luis de Borbón”
Se trata de la primera gran composición a la que se enfrenta Goya, un gran retrato colectivo fechado en 1784 , diecisiete años antes que el de la familia de Carlos IV.
¿Qué vemos en el lienzo?
En conjunto observamos que Goya le da a la composición un aire de intimidad cotidiana.
María
Teresa, sentada en el
centro de la composición, con un llamativo peinador blanco, mira directamente
al espectador, mientras es peinada, por
su peluquero Santos Gracia. Tiene delante una mesa en la que su marido, el
infante don Luis de Borbón, de riguroso perfil, juega a las cartas. Tras él y también de perfil encontramos a su
hijo, don Luis María, más tarde cardenal y arzobispo de Toledo. A su lado
la pequeña María Teresa por la que Goya sentía predilección. Esta niña se
casaría más adelante con Godoy, y
será retratada por el pintor en un soberbio retrato cuando estaba embarazada.
Algunas damas de la pequeña corte y en el ángulo inferior izquierdo, agachado y
en penumbra, encontramos al propio Goya pintando sobre un gran lienzo que se
dispone en perspectiva.
A la derecha de la infanta se disponen en friso (de izda. a
dcha.): la niñera Isidra Fuentes con la pequeña María Luisa en brazos; Manuel
Moreno de las Heras, el más corpulento, oficial de la Secretaría del infante;
Gregorio Ruiz de Arce, ayuda de cámara, o Estanislao de Lugo y Molina,
preceptor de Luis María, o el violonchelista y compositor Luigi Boccherini;
Francisco del Campo, secretario particular de María Teresa e introductor de
Goya en el círculo de don Luis; y Alejandro de la Cruz, pintor de cámara de su
alteza. El fondo de esta reunión está enmarcado por grandes
cortinas recogidas de color verde.
La composición de esta obra se organiza en dos diagonales que
se cruzan en el centro, lugar ocupado por María Teresa.
Observamos
como mediante la utilización de la luz ha individualizado perfectamente cada uno de
los personajes, y ha creado una atmosfera
que da a la composición un
ambiente distendido como debían ser las veladas de don Luis.
Las calidades de telas y adornos han sido
representadas de manera exquisita, abriéndose el maestro la puerta como
retratista de corte.
La obra presenta cierta frontalidad, no hay fisuras que nos hagan pensar en una línea movida lo que, la aleja de la perspectiva barroca.
En cuanto al cromatismo, emplea varias tonalidades de rojo que se confunden
con la imprimación del cuadro.
Por
desgracia para Goya su primer mecenas, el Infante Luis, fallece dos años
después, pero Goya consigue el respaldo del los Duques de Osuna.
La del infante Don Luis fue la primera familia
retratada por Goya en su carrera, más tarde llegarían la de los Duques de Osuna
y la de Carlos IV.
Por ultimo analizaremos dos de los retratos que realiza
de María Teresa de Borbón:
El realizado en 1783, cuando aún es una niña, y que se
conserva en la en la galería Nacional de Arte de Washington D.C.
Si nos fijamos en el perro, esta raza es muy
común en los cuadros de Goya.
Se puede decir, también, que este es uno de los primeros
retratos españoles donde a
los niños se los trata como tales, dentro de un entorno de
juego habitual en la infancia.
En toda la obra emplea lo que se conoce como “paleta atmosférica”,
fiel a la naturaleza.
La Condesa de Chinchón.
1800
Nace en noviembre 1780
Ostenta por derecho propio y hasta el fin de sus días los
títulos de Condesa de Babadilla del Monte y de Chinchón y por
matrimonio fue, durante algunos años, Princesa de la paz y duquesa de Alcudia .
Apartada de la corte desde su nacimiento, junto con sus
hermanos, no pudieron usar el apellido
del padre por la Pragmática Sanción de Carlos III. A la muerte de su padre, en 1785, es
enviada con su hermana al convento de San Clemente de Toledo,
de donde salió para casarse con Godoy el 2 de octubre de 1797. El
matrimonio fue decidido por decreto de Carlos IV,
tras ser consultada María Teresa, que tenía dieciséis años que accedió. La boda favorecía a ambas partes: a
la familia de María Teresa se le restablecía
su posición en la caca de Borbón y se rehabilitaba a los tres hermanos y a
su madre, autorizándoles a llevar el apellido real y los títulos. Por otra
parte, los reyes, además, elevaban así a
Godoy, su hombre de confianza, al emparentarle con la casa real.
En la mano izquierda
luce una sortija, cuya pincelada central, precisa y muy bien definida, resalta
el brillo del diamante, y en la derecha otra, sobre el dedo corazón, adornada
con la miniatura de un retrato masculino, muy abocetado, sin duda de Godoy, que luce la banda azul de la orden de calos III.
La luz ilumina plenamente la delicada figura,
resbalando sobre el traje de tonos claros, creando un especial efecto
atmosférico que recuerda a las últimas obras de Velázquez. A su alrededor
no hay elementos que aludan a la estancia, reforzándose la idea de soledad que
expresa el bello rostro de la joven. Y es que Goya concentra toda su atención
en el carácter tímido y ausente de María Teresa, animando al espectador a
admirarla de la misma manera que hacía él mismo.
No debemos olvidar la importante base de dibujo que presenta,
especialmente el rostro. La gama de colores cálidos con la que trabaja otorgan
mayor delicadeza y elegancia a la figura.
viernes, 11 de diciembre de 2020
Artesonado Várez Fisa. Museo del Prado.
Toda su superficie está
pintada en estilo gótico con temática religiosa, profana y heráldica.

Al tratarse de una obra que integra elementos procedentes de distintas armaduras de madera, cualquier intento de buscar en él un programa iconográfico coherente y articulado resulta inútil. En todo él nos encontramos con temas religiosos, profanaos, motivos heráldicos, fantásticos y decoración geométrica.
Los temas profanos mucho
más numerosos los encontramos tanto en los dinteles como en las jácenas. Tenemos
escenas cinegéticas como la caza del oso, alternan con otras cortesanas:
danzas, torneos y escenas amorosas, entre otras.
Los temas religiosos
están inspirados en la Biblia y sobretodo en el Nuevo Testamento.
También abundan las que muestran a hombres
luchando contra monstruos, entre ellos grifos y dragones que encarnan vicios y
pecados, o las de animales luchando entre sí, como el águila y la serpiente.
A continuación podemos ver el video que
sobre el artesonado y las obras que cuelgan en la sala Várez Fisa realizan, Pilar Silva, Jefe de Departamento de Pintura
española (1100-1500) y Pintura flamenca y Escuelas del norte, y Enrique
Quintana, Jefe de restauración
lunes, 30 de marzo de 2020
“ Dulle Griet”. Pieter Brueghel el Viejo.
Es conocido como la “ Loca Meg”, apodo despectivo, con el que se señalaba a las mujeres astutas y de mal carácter en la zona Flandes, acerca de la cuales existen diferentes proverbios flamencos como el que dice:" ella puede saquear la puerta del infierno y volver ilesa" o bien "una mujer hace ruido, dos mujeres dan mucha preocupación, tres equivalen a un mercado anual, cuatro son una pelea, cinco forman un ejército y para seis, ni el propio diablo tiene armas".
¿Qué observamos en el cuadro?
A una mujer campesina, “la loca Meg”, que con un ejército de mujeres se dirige a asaltar las puertas del infierno.
Meg, la protagonista, representada a mayor escala y vistiendo una armadura brillante, sin titubear, camina hacia el infierno en búsqueda del diablo, sorteando sin miedo seres grotescos, monstruosos y demonios, atizando a quien se le pone por delante al igual que sus compañeras.
Si nos fijamos en Meg, vemos que porta un saco con el botín, en el que va acaparando los “tesoros” que encuentra y entre ellos destaca una sartén, que podríamos entender como esa característica del autor para darle un matiz satírico y moralizante a la obra. El pintor, podríamos decir, se burla de la mujer agresiva. Lo vemos en su cara, su porte, su vestimenta, todo indica el desequilibrio mental de esta mujer dispuesta a una conquista que le pueda….
Si seguimos observando el cuadro en el ángulo inferior derecho vemos un pequeño ejército de hombres al que se enfrentan las mujeres, algunos autores han querido verlo como una alusión a la lucha de sexos.
La obra compuesta con varias escenas, cada una de ellas repleta de figuras, todas representadas en movimiento, muchas de ellas grotescas y a acompañadas de elementos arquitectónicos y formas que nos recuerdan las pinturas del Bosco y su “ horror vacui”.
¿Quién es Meg?.
Meg es una figura del folclore flamenco .
No solo fue representada por Pieter Brueghel el Viejo, también es protagonista de una obra del pintor flamenco David Teniers el Joven (1661).
Además, aparece como un personaje menor en la obra teatral “Top Girls” escrita por Caryl Churchill 1982 y es la heroína de un cómic de Suske y Wiske.
El cuadro pintado al óleo sobre tabla es de carácter folclórico flamenco con claras influencias de El Bosco, que se hizo famoso en todo el mundo “por contar lo que no se puede contar” y en el que la protagonista representa a una mujer campesina: la loca Meg.
Como hemos dicho es una obra pintada al óleo sobre tabla, en ella llama la atención la perfección del dibujo y la gama de colores rojizos, ocres y naranjas que domina la escena, que ayuda a darle un aspecto infernal.
El dibujo es minucioso, muy trabajado e ingenuo, tiene una gran carga satírica y moralizante. El sentido moralizante, son parte de la influencia de El Bosco.
Llama la atención también la enorme maestría a la hora de componer y lograr encajar a todas las figuras en un gran número de escenas.
El autor:
Sabemos poco de los primeros años de su vida : nació entre 1524 y 1530 cerca de Breda, y su biógrafo contemporáneo Karel van Mander nos dice que se inició como aprendiz en el taller de Pieter Coecke van Aelst, aunque algunos historiadores lo ponen en duda. Ingresó en el gremio de pintores de Amberes, la Guilda de San Lucas, en 1551, y como todos los pintores, viaja a Italia para conocer las colecciones de escultura clásica que papas y cardenales hacían resucitado con sus excavaciones en Roma y a los grandes maestros y obras de la pintura de Florencia y Venecia. Tras pasar tres años en Italia, regresó a Amberes, y en 1555 comenzó a trabajar para el impresor Hyeronimus Cock .
Cock es una figura única e imprescindible para la cultura europea. En su taller Aux Quatre Vents, transformó la imprenta artesanal en una industria basada en la división del trabajo, uno de los pilares económicos de Flandes.
Gracias a las estampas Cock y a sus libros ilustrados se difundió el Alto Renacimiento italiano por Europa y se dio conocer a Rafael, Andrea del Sarto, Bronzino o Giulio Romano y aunque fuese poco después de su muerte, de la imprenta de Cock salió el libro que fijó el canon de los grandes pintores flamencos, Pictorum aliquot celebrium Germaniae inferioris effigies, entre los que incluyó, por cierto, a Pieter Bruegel el Viejo.
Durante siete años y hasta su traslado a Bruselas en 1563, Bruegel fue quizá la pieza más importante del taller por su habilidad como dibujante, pero sometido a las exigencias de la industria que le imponía su patrón.
Cock, apasionado por la obra del El Bosco como el propio Bruegel, en el taller hacia dibujar a Bruegel al estilo del Bosco, pintor favorito del publico, desaparecido en 1516 y del que quedaban muy pocas pinturas, y una gran demanda de sus estampas.
Las estampas pintadas por Bruegel, Cock las hacía pasar como obras del Bosco. Una de estas estampas es “ El pez grande se come al chico”.
Luego nos encontramos con Peter Bruegel no solo como pintor de obras al óleo sino también como gran dibujante de obras para grabar.
Antes de continuar, recordemos que las estampas impresas fueron para el siglo XVI lo que la televisión para el XX, el difusor de la imagen.
Las grandes obra pictórica no estaba al alcance del público en general y además se mostraba a la vista en círculos muy reducidos, a no ser que adornase grandes templos que tampoco se localizaban el todos los núcleos de población. Por el contrario, las estampas llegaban a cualquier lugar, y estaban al alcance de muchos bolsillos. Los campesinos podían tener imágenes de devoción para rezar, los burgueses podían decorar sus estancias con paisajes, escenas costumbristas cómicas, fábulas, hechos heroicos o de la historia sagrada; los humanistas y eruditos tenían en sus bibliotecas libros de retratos de reyes y artistas… Sin olvidar que los pintores conocían así la obra de otros pintores que habían alcanzado la fama.
Tras las imitaciones del Bosco, en 1557 Bruegel hizo los dibujos para la serie de estampas "Los siete pecados capitales", que ya aparecerían firmadas en latín por Bruegel , y al año siguiente las continuó con "Las siete virtudes". Y por supuesto se grabaron los dibujos que había hecho en los Alpes, con gran éxito entre el público.
Tanto Brueghel como Cock trabajaron en ocasiones con el grabador Pieter van der Heyden . Los tres participan en la ejecución de la serie de los pecados capitales, siendo Brueghel el inventor de los dibujos, van der Heyden el grabador y Cock el editor de la serie.
Y aquí vemos: Lujuria, de Los siete pecados capitales, de Pieter van der Heyden a partir del dibujo de Pieter Bruegel el Viejo, 1558, grabado editado por Hyeronimus Cock.
En este universo de formas irreales, Brueghel ofrece su visión del hombre, la miseria cotidiana, la locura y la enfermedad.
La obra de Pieter Bruguel la podemos, de forma escueta, dividir en:
Óleo sobre tabla , ejemplo “ la torre de Babel” 1563.
Temple sobre lienzo sin preparar .
Esta técnica hace que pasado un tiempo parte de la pintura se absorba y se vaya volviendo mate.
Dibujo. Solo se conocen sesenta dibujos de Bruegel.
Pieter Bruegel el Viejo. The Kermis of Saint George, hacia 1559. The Albertina Museum, Viena
Siguiendo con algunas de las características del pintor, reiterar que sus composiciones son muy elaboradas en las que nos muestra multitud de escenas con muchos personajes que nos recuerdan la obra de el Bosco y donde todo está enmarcado por un paisaje en el que podemos ver la influencia del gran paisajista Patinir; todo ello realizado con un dibujo minucioso y lleno de detalles .
No debemos olvidar que Bruegel fue un cronista de la vida de su tiempo, recorrer sus cuadros es como ir leyendo las costumbres del mundo que le rodeaba. En sus cuadros y dibujos la sociedad aparece representada expresando tanto la alegría (comidas, fiestas, bailes, juegos) como la desgracia (pobres, tullidos, vagabundos, etc).
¿En qué momento estamos?
La época en la que vive el pintor es un periodo convulso de guerras continuas por motivos de religión o políticos, de transformaciones sociales producidas por el descubrimiento y la expansión por el Nuevo Mundo, a lo que tenemos que sumar las plagas y epidemias que se extendieron por Europa. Años en los que la ciencia sufrió un avance vertiginoso, la religión católica perdió su posición dominante en Europa y el poder político español tuvo que enfrentarse a la sublevación de los Países Bajos.
Como ciudadano y artista del momento, la mirada de Brueghel muestra este periodo turbulento desde una óptica en la que se mezcla lo urbano y lo rural, la clase más poderosas y el pueblo raso.
Sus obras se han interpretado de diferentes maneras, como referente de las ideas de diversos pensadores religiosos, de los conflictos entre catolicismo y protestantismo, de la dominación de los Países Bajos por parte de los españoles y como equivalentes visuales de alegorías dramáticas representadas en público por sociedades retóricas flamencas.
Fue muy famoso en vida y su influencia sobre la pintura flamenca posterior fue inmensa.
“La caída de los ángeles rebeldes”.
En estas obras es donde el artista plasmó mejor su ingenio. Se inspiró en la obra de su antepasado, El Bosco
martes, 10 de marzo de 2020
Jan van Eyck. “ El político de gante”.
jueves, 1 de agosto de 2019
Fra Angelico, 1395-1455.
https://youtu.be/hniPLMtEqTk
miércoles, 12 de diciembre de 2018
Edward Burne- Jones. 1833-1898.
Si te interesa el tema “Los prerrafaelistas”, lee la entrada:
https://arteaula23.blogspot.com/search?q=