jueves, 30 de agosto de 2018

Natalia Goncharova. 1881- 1962.

Escultora, pintora, escritora, ilustradora, diseñadora de vestuario y escenógrafa, nace en 1881 en Ladýzhino, cerca de Tula, Rusia.



 
 
 
En 1898 se traslada a Moscú y se inscribe en la Escuela de Pintura, Escultura y Arquitectura lo que supuso su alejamiento definitivo del medio rural y su transformación en una mujer de mentalidad moderna.  
 
En la escuela conoció a un joven artista, Mijaíl Lariónov, con quien comparte el resto de su vida, tanto en lo artístico como en lo personal.
 
En estos años Moscú es un hervidero de actividades de todo tipo, conspiraciones políticas, acciones revolucionarias y un gran afán por transformar Rusia en un país moderno.
 
En este ambiente los artistas se plantean, mantener la esencia del arte tradicional ruso o el acercamiento a los nuevos planteamientos de modernidad europea. Y es aquí donde se forma Natalia Goncharova.
 
En 1908 se realiza la exposición  “El Vellocino de Oro” en la cual se muestra por primera vez en Rusia el arte de los postimpresionistas. Para Natalia fue un gran impacto que le hace evolucionar en su forma de pintar, todavía de carácter local e influenciado por la iconografía rusa tradicional a una expresión plástica más sintética y afín a las nuevas corrientes  europea.



 
 
Autorretrato 1907
 
En sus primeras obras vemos claramente la influencia del folclore ruso y el color propio de los fauvistas.



 
 
En "la pesca" 1909, encontramos la conexión del arte tradicional y la búsqueda de soluciones experimentales.



 
 
 
Pero recordar que al hablar en el contexto de la vanguardia rusa de “arte tradicional” debemos incluir no sólo las manifestaciones culturales de los pueblos «primitivos» (rusos precristianos, nómadas siberianos, campesinado ruso) sino también las de la cultura rusa medieval, especialmente la pintura de iconos, y del folclore urbano de los siglos XIX y XX.
 
 
“La natividad” 1910.



 
 
 
En esta obra se ve claramente como Goncharova está influenciada por la pintura tradicional rusa de los íconos y por el arte popular, pero también observamos en el tratamiento plástico de las figuras el lenguaje del postimpresionismo, que acababa de conocer.
 
Es curioso observar que en la escena solo están representadas figuras femeninas con el niño, y esto se debe a que se está representando el nacimiento de Jesús en un contexto rural ruso.
 
Tanto la virgen como el niño están representados con aureola, un elemento iconográfico muy antiguo en el arte bizantino y ruso que los identifica como santos.
 
Llama la atención, también, el contraste de rojo y azul; el color rojo que domina el fondo y los cortinajes es el sustituto cromático que emplea la pintora para suplir la lámina de oro de fondos en los íconos tradicionales. Para conseguir el equilibrio cromático emplea los azules de los ropajes.
 
En 1910 Natalia y Lariónov junto a otros artistas, que combinan la pasión por el postimpresionismo europeo y por la cultura popular rusa, constituyen la asociación “Sota de diamantes”.
 
El ideario de la asociación:
 
El uso de temas figurativos tomados de la vida cotidiana.
 
La simplificación del vocabulario expresivo.


 
 
 
 
Retrato. 1911.
 
 
Como miembros del grupo recordar a Mashkov, Konchalovski, que pintan retratos,  paisajes y naturalezas muertas.
 
A Natalia y Lariónov no les acababa de convencer la gran influencia cézanniana que se advertía en los cuadros de los miembros de "Sota de Diamantes", y dos años más tarde  abandonan  el grupo y fundan  “Rabo de Burro”, que realiza su primera exposición un tiempo después y en la que se evidenciaba la influencia del cubismo y el futurismo.
 
En 1913, siempre junto a Lariónov crean una de las primeras vanguardias rusas: el rayonismo.
 
Detengámonos para aclarar brevemente este concepto:
 
El rayonismo consiste en un movimiento donde el artista da vida la obra mediante trazos rítmicos y arbitrarios.
 
El nombre de rayonismo, o cubismo abstracto, proviene de esos trazos rítmicos, los “rayos de colores” que componen a las obras.



 
 
 
A los rayonistas:
 
Les preocupa la luz, el color y el dinamismo.
 
Propone la descomposición del tema en haces de líneas oblicuas, una especie de rayos de luz de diferentes tonalidades.
 
Los rayos de colores que denominan el estilo están ordenador en secuencias rítmicas y dinámicas, construyendo el espacio pictórico.



 
 
 
El resultado son cuadros atravesados por haces luminosos de colores irisados que rompen con cualquier referencia figurativa al mundo real.
 
Por ello se incluye dentro de la Abstracción.
 
Surge por influencia de:
 
El futurismo que influye en lo que respecta al interés por expresar el dinamismo o energía de la vida real.
 
El cubismo por la preocupación por expresar un nuevo concepto de espacio.
 
El impresionismo y El orfismo, en su preocupación por la luz y por la configuración basada en la supremacía del color.
 
Las artes populares rusas y la pintura de iconos, que determinan el cromatismo.
 
Ella y su pareja, Mikhail Larionov, manifestaban que:
 
«El rayonismo es una síntesis de cubismo, futurismo y orfismo».
 
 
Pasando a su faceta de diseñadora de vestuario y escenografía, la encontramos en 1915 diseñando vestuario y escenografía para ballet.
 
Gracias a su relación con las vanguardias europeas conoce a Sergéi Diághilev, empresario fundador de los Ballets Rusos, una compañía de la que surgirían muchos bailarines y coreógrafos famosos como Nijinsky, Pavlova y Balanchine y con quien colaborarían, entre otros, Picasso, Falla y Stravinsky.
 
Esta compañía tenía su principal sede en París, y en 1914 Natalia se traslada a esa ciudad para diseñar la puesta en escena del ballet “Le Coq d’or”, que fue la primera de muchas colaboraciones que le permitieron darse a conocer en Europa principalmente como escenógrafa.
 
En sus diseños vemos su estilo personal. Influenciado por los iconos y el primitivismo del folclore ruso, y sin olvidar la abstracción. 
 
La obra de Goncharova como diseñadora de la escena logra integrar un concepto sobre otro. Mientras las líneas y volúmenes generales responden a la geometría y dinamismo de la abstracción y de las pautas futuristas, el contenido desborda su pasión por las formas del arte tradicional ruso, reflejado en los textiles, los cuales estampa con motivos inspirados en el folklore.



 
 
 
Escenografía para "El Gallo de Oro".



 
 
 
Para John E. Bowlt, los decorados de " El Gallo de Oro" de 1914 con música de Rimsky-Korsakov, libreto de Belsky basado en un poema de Alexander Puskin y coreografía de Fokine, parecen más "alfombras persas o mobiliario rústico pintado que fondos para danza".
 
Con Diaghilev viaja a España invitados por Alfonso XIII. Y pronto se ve influída por la estética de las batas de cola,  las mantillas y las peinetas. Influencia que se ve en el diseño de los decorados para los ballets “Triana” con música de Isaac Albéniz y” Rapsodia Española” con música de Maurice Ravel y coreografía de Léonide Massine. Desgraciadamente, ninguna de las dos piezas llegó finalmente a estrenarse.



 
 
 
Proyecto de poster para el ballet  "El Amor Brujo" de Falla.



 
 
 
Figurines para bailarina y bailaor: 1916.



 
 
 
1916. Gouache y grafito sobre papel



 
 
 
Natalia Goncharova fue una gran  artista del siglo XX a la que le entusiasmaba experimentar, no encasillarse en una misma tendencia y buscaba nuevas fórmulas y estilos totalmente originales.
 
Por ultimo volver a quejarnos de que a una mujer artista se la considere más por ser compañera de un hombre artista, en este caso Larionov, que por su propio trabajo, cuando este fue muy bueno y muy versátil. Avanzo cuestiones en diseño gráfico y textil, escenografías, y sin embargo, es y ha sido muy poco reconocida y valorada en círculos académicos.
 
Pocos meses antes de su muerte el Arts Council de Londres realizó una exposición retrospectiva de la obra de la artista y su marido donde se reconocía su importancia dentro del panorama artístico ruso y europeo del s. XX.