jueves, 21 de abril de 2016

Jackson Pollock. " Mural".

 
 
 
 
"Mural" firmado en 1943 Óleo y caseína sobre lienzo.
The University of Iowa Museum of Art Peggy Guggenheim



Es el primer trabajo de gran formato pintado por Pollock. Fue encargado por Peggy Guggenheim para decorar y cubrir una de las paredes del recibidor de su apartamento en Nueva York. Se lo encarga a Pollock por consejo de Piet Mondrian . Duchamp fue quien sugirió a Pollock que en vez de trabajar directamente sobre la pared, lo pintara sobre un lienzo.
 
Pollock escribió:
 
“... Sin ningún compromiso en cuanto a qué o cómo lo pinto. Voy a pintar un óleo sobre lienzo. Ellos lo quieres para la fiesta de 16 de noviembre y quiero tener la pintura  acabada para esa fecha. . ....... se ve bastante grande, pero emocionante como el infierno “.
 
Para la crítica es:
 
Una de las obras que cambió el rumbo del arte contemporáneo en los Estados Unidos.
 
Se convierte en el inicio de una nueva técnica para Pollock y en el icono de un nuevo movimiento, el expresionismo abstracto. Movimiento mediante el cual Nueva York le robó la modernidad a París.
 
¿ Cuál es el tema de "Mural"?
 
En palabras de Jackson Pollock:   Se trata de “una estampida ... [de] todos los animales en el oeste de Estados Unidos, vacas y caballos y antílopes y búfalos Todo está cargando a través de esa superficie maldita..” 
 
La visión de Pollock puede haber sido un recuerdo de su infancia en el oeste de Estados Unidos.



 
 
Es una obra de grandes dimensiones ( 247 x 605 cm) que puede ser apreciada tanto de cerca, por sus texturas y sus colores como de lejos para gozar de su ritmo compositivo y su estructura armónica.
 
Dadas sus grandes dimensiones se tiende a observar de lejos, pero es un cuadro pintado para un espacio íntimo y por tanto hecho para ser visto de cerca.
 
Una primera mirada a la obra nos muestra, grandes líneas de color, curvas y ondulantes que suben y bajan dándole un ritmo de movimiento que nos trasmite la vehemencia y el frenesí con el que lo pinto Pollock.



 
 
 
Si nos detenemos en la observación, podemos apreciar entre esas grande líneas de color formas que nos sugieren caras, cuerpos , pájaros, números, letras, todos parcialmente visibles, pero ocultos en parte dentro de esta pintura masiva , que recorremos siguiendo la línea que se pierde cuando comienza otra línea; y que la contigüidad de los trazos nos lleva a recorrer uno y otro a una velocidad vertiginosa y constante.
 Esto es, lo que esta primera obra, tiene en común con los siguientes trabajos de Pollock: la constancia en la composición, en la que nunca una línea o un color, una salpicadura o un movimiento, será más relevante y protagónista que otro.

Técnica :
 
De la ejecución del cuadro se ha dicho que "Mural" se realizo en una sola noche, en un repentino estallido de creatividad.
 
Los trabajos de restauración y reparación encargados al Centro Getty de Los Ángeles para solucionar el problema de la curvatura del lienzo, sustituir y reforzar los bastidores, además de eliminar la capa de barniz que se añadió tras la muerte del autor, así como el estudio del lienzo nos han revelado que: no pudo se pintado en uno o dos días como se cuenta porque se han encontrado múltiples capas de pintura seca. Los colores utilizados eran al aceite, que tardan días o semanas en secar, tan solo el color blanco se identifico como pintura con base de agua. Si Pollock hubiera pintado todo el lienzo en una noche y todo el sobre capas de pintura todavía húmeda, no habría una separación tan clara de líneas y remolinos de color, lo que nos indica un periodo de tiempo mucho más largo que una sola noche.
 
Al mirar el cuadro también observamos que Pollock utilizó su técnica goteo, pero no colocando el lienzo sobre el suelo, como es habitual en él, sino que el lienzo se encontraba de pie en posición vertical de aquí que los goteos fluyan todos hacia abajo.


¿ Que rasgos de influencia a precias los críticos en el Mural?
 
La influencia de dos grandes pintores mexicanos: José Clemente Orozco, por la fuerza expresiva que desprende "Mural", y de David Alfaro Siqueiros por las salpicaduras y goteados que vemos.
 
Pollock conoció a David Alfaro Siqueiros en un curso que este impartía en Los Ángeles sobre nuevas técnicas y materiales para la expresión visual, en el cual animaba a sus estudiantes a emplear el aerógrafo, la pistola de aire, pinturas y materiales sintéticos, entre otros. También empleaba salpicaduras y goteados para dar soluciones más originales e ingeniosas a sus obras; a esta técnica la llamaba el «accidente controlado», y fue precisamente la que habría de convertirse en la columna vertebral del trabajo de Pollock.
 
También por influencia de los pintores mexicanos, Pollock, se intereso por la pintura mural y los grandes formatos. Si bien nunca pintó un mural directamente en la pared, la mayor parte de su obra tiene enormes dimensiones.
 
Otra de sus grandes influencias fue Pablo Picasso, en particular su obra Guernica (1937), cuyos trazos y carga expresiva pronto se vieron reflejados en el propio trabajo.
 
Del Regionalismo figurativo de Thomas Hart Benton, muestra el vigor de lo abstracto y expresionista.
 
El ritmos enérgicos de Benton, los colores arremolinados de la artista estadounidense Albert Pinkham Ryder, e incluso las duros negros del artista barroco español El Greco.

 
Pollock pintando:



 
 
 
Aquí se puede apreciar una fotografía de Jackson Pollock realizando una de sus grandes obras que posteriormente realizo, también se observa claramente su técnica y fundamentando lo que dijo en el año 1945:
 
 “Mi pintura no procede del caballete. Por lo general, apenas tenso la tela antes de empezar, y, en su lugar, prefiero colocarla directamente en la pared o encima del suelo. Necesito la resistencia de una superficie dura. En el suelo es donde me siento más cómodo, más cercano a la pintura, y con mayor capacidad para participar en ella, ya que puedo caminar alrededor de la tela, trabajar desde cualquiera de sus cuatro lados e introducirme literalmente dentro del cuadro. Se trata de un método similar al de los pintores de arena de los pueblos indios del oeste. Por eso, intento mantenerme al margen de los instrumentos tradicionales, como el caballete, la paleta y los pinceles. Prefiero los palos, las espátulas y la pintura fluida que gotea y se escurre, e incluso un empaste espeso a base de arena, vidrio molido u otras materias”.

Por si te interesa:

Sobre :


 Peggy Guggenheim : 

https://es.wikipedia.org/wiki/Peggy_Guggenheim
Centro Getty de Los Ángeles:


 
Piet Mondrian :
David Alfaro Siqueiros :
José Clemente Orozco
 

martes, 5 de abril de 2016

La Alegoría de la Liga Santa. El Greco. Comentario Iconográfico.

 
 
 
 
Oleo sobre lienzo de 140 cm × 110 cm.
Monasterio del Escorial.



Pintado por El Greco entre 1578 y 1579, se le conoce por diversos nombres: "Sueño de Felipe II",   "La adoración del nombre de Jesús",   "La gloria de Felipe II" o  " La Alegoría de la Liga Santa . Lo que nos indica las diversas interpretaciones que de la representación iconográfica se ha hecho.
 
Si analizamos el lienzo observamos:
 
Que la composición se divide en dos zonas claramente definidas, superpuestas e intercomunicadas por los rayos de luz y las miradas de los personajes de la parte inferior.
 
En la parte superior tenemos un rompimiento de gloria, y entre nubes y ángeles se manifiesta el anagrama del nombre de Jesús.
 
En la parte inferior nos encontramos con:



 
 
 
En primer lugar una multitud arrodillada, encabezada por el rey de España, el Papa y el Dux que contempla la visión. Tras ellos se descubren en medio de un paisaje flamígero las puertas del Purgatorio, y en primer término a la derecha la boca del Leviatán devorando a los condenados infieles y herejes.
 
¿Por qué y para que se pinta? ¿ Qué significado se le ha dado?
 
Podría ser, el lienzo que realiza El Greco como carta de presentación a Felipe II, en su intento de introducirse en el círculo de pintores cortesanos, aunque de ser así no tuvo el resultado que pretendía.
 
En el lienzo identificamos a Felipe II, el Dux de Venecia y el pontífice Pío V, y junto a ellos, también tenemos, la figura juvenil y medio desnuda del almirante Don Juan de Austria. Que aparezca Juan de Austria lleva a algunos autores a pensar que se trata de un encargo para colocarlo en la tumba de Don Juan de Austria, cuyos restos se trasladan al Escorial en 1578. Y se justifica, por tanto, la presencia del hermanastro del monarca en el lienzo, y explica el hecho de que se represente a la Liga Santa años después de que ésta se disolviese, a modo de reconstrucción histórica. Por esto Anthony Blunt considera que es una alegoría de la Liga Santa. 
 
Al lienzo se le ha otorgado carácter político, y otros autores se inclinan más por un carácter teológico, siendo,  para ellos, el verdadero protagonista del cuadro Felipe II, que estaría esperando la Gloria del Juicio Final. Lo que explica los nombres que recibió el cuadro en los inventarios del siglo XVII: "Felipe II en la Gloria", "Visión que tuvo Felipe II " o más popularmente "La Gloria de Felipe II".
 
Retratar a Felipe II en una pintura teológica no es excepcional en la obra de El Greco. En "El entierro del Conde de Orgaz " vemos la figura de Felipe II en la corte celestial que contempla extasiada la Deesis central del lienzo.
 
También lo pinto Tiziano en su obra " La Gloria" (1551-54)
 
 
 
 
 
Hagamos un pequeño paréntesis y miremos esta lienzo:
 
En el cuadro se representa un milagro , el cielo se abre sobre un campo castellano vacío , dejando ver a la Santísima Trinidad , que recibe a profetas , patriarcas y a personajes conocidos de la España del siglo XVI . Uno de los personajes principales del cuadro es el emperador Carlos V , que entrega su alma al Altísimo , aparece en la parte derecha , con su mentón prominente y envuelto en un sudario blanco inmaculado , con la mirada fija en Jesucristo, desprovisto de atributos reales , sin corona ( aparece a su lado), ni joyas , solo ante la muerte . Tras el emperador , aparece el heredero , su hijo Felipe II, su difunta esposa Isabel de Portugal , su hermana María de Hungría y su madre Juana de Castilla ( Juana La loca ).
 
 
Tras este leve paréntesis y continuando con el análisis de el lienzo que nos ocupa, me parece interesante la inclusión del Purgatorio (izquierda), como imagen de la penitencia que es propia de la teología contrareformista, de la que Felipe II era su máximo defensor político. La importancia que adquiere el Sacramento de la Penitencia tras el Concilio de Trento se manifiesta, en este cuadro, no solo en la alusión al Purgatorio, sino también, en la multitud de personajes arrodillados que miran el anagrama del nombre de Jesús; pudiéndose pensar que el Greco se inspiro en el texto del apóstol San Pablo, “para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos”.


 
 
 
 
La zona superior del lienzo, la zona celestial está presidida por el anagrama de Jesús. Una de las claves del lienzo, dentro del pensamiento de la contrareforma y como veremos de la influencia de los Jesuitas.
 
Es por tanto una composición muy original en el que se unen los retratos de los firmantes de la Liga Santa, la alusión a Lepanto con un juicio universal presidido por el nombre de Jesús.
 
El papel que desempeñó la Compañía de Jesús en la formación de la Liga Santa fue crucial, actuando de mediadora entre Felipe II y Pío V para consensuar un almirante cristiano, nombramiento que recaería en Don Juan de Austria. No fue casual que los jesuitas fueran embarcados en las galeras españolas, mientras que los capuchinos viajaban en las papales, y franciscanos y dominicos en las genovesas. En los textos podemos leer “el protagonismo de los jesuitas fue muy marcado, no sólo por ser la única orden diseminada por todas las escuadras, sino porque los principales mandos dispusieron de capellanes de la Compañía".
 
Nos encontramos por lo tanto ante la representación visual del mundo tras la victoria  cristiana de Lepanto, vista a través de mirada de una monarquía contrarreformista destinada a constituir un imperio universal y cristiano, un planeta católico cuyos tiempos concluirán el día en que la humanidad deba personarse ante el juicio final, donde se premiará a aquellos que participen de esta teología política, y se castigará con penas atroces a los que la rechacen. Esta fabricación icónica del imperio católico español pintada por El Greco no es tanto una invención de este pintor como una representación de una visión que impregna a la sociedad española tras el concilio de Trento y la batalla de Lepanto. Una idea que pervivirá a lo largo de todo el imperio, hasta el reinado de Carlos II a finales del siglo XVII cuando se extingue la Dinastía que hizo de la defensa del catolicismo su razón de ser.