Nació en Urbino, en 1483 , en la corte del Duque Federico Monteferto.
Hijo del pintor Giovanni di Sante di Pietro con el que se inicia en los rudimentos de la pintura. Tras el fallecimiento de su padre, Rafael pasa por varios talleres hasta llegar al taller el Perugino, en Perusia, su gran maestro.
Recordemos que las obras de Perugino se caracterizaban por las composiciones simétricas, los paisajes amplios, la dulzura de los personajes, los peinados de sus vírgenes, y la sobriedad de los ropajes.
Características todas ellas acorde con el ambiente austero que predicaba Sabonarola en Florencia, y que se pusieron de moda estos años.
El ambiente artístico y cultural que impera en el Urbino de los Montefelto, la influencia de su padre y la de Perugino es lo que apreciamos en las primeras obras de Rafael .
Obra de este periodo son:
Los desposorios de la Virgen, Las Tres Gracias y el Sueño del Caballero.
Trabajos, todos, bajo la influencia de Perugino, con composiciones simétricas, estáticas y dotadas aún de cierto quattrocentismo.
Antes de continuar, realicemos un breve estudio de las obras:
Los desposorios de la Virgen.
Obra realizada al óleo sobre tabla, fue encargada a Rafael por la familia Albizzini, para la iglesia de San Francisco en Città di Castello, donde decoraría la capilla de los desposorios, en la actualidad se encuentra en la Pinacoteca de Brera en Milan.
Al observar la obra, enseguida recordamos” la Entrega de las llaves” que Perugino pinto al fresco en la Capilla Sextina
En ambas las semejanzas en cuanto a perspectiva, composición, simétrica y elegancia son claramente perceptibles, pero el alumno ha superado al maestro simplificando la composición y logrando conectar más las figuras con el espacio circundante, al colocar las figuras del primer plano en un friso horizontal con una leve curva hacia el exterior, curva que repite en la columnata del templete pero que es hacia el interior del cuadro, creando un ritmo de curva, y contra curva, que a su vez se conectan por medio de las líneas de perspectiva del pavimento, que además actúan regulando los intervalos entre las cabezas y los intercolumnios, dándonos una composición armónica
Llama la atención igualmente la presencia del templete circular al fondo de la escena, por encima de los personajes.
Templete que posee todos los rasgos de la arquitectura renacentista: planta central, arcos de medio punto, proporciones basadas en el cuerpo humano, accesibilidad e iluminación natural...
Este tipo de templo simbolizaba la perfección divina, que a su vez es la que representa la Virgen sin pecado, o el mismo sacramento del matrimonio que es el tema de la obra.
El Sueño del caballero y las Tres Gracias formarían un díptico encargado por un importante noble italiano a Rafael al poco de llegar el artista a Florencia, y que recogen una escena alegórica sobre la vida virtuosa o la vida placentera.
Las Tres Gracias:
Las tres figuras simbolizarían las Hespérides, ofreciendo la eternidad a los afortunados elegidos. Las Gracias se insertan en el paisaje, iluminadas por un potente foco de luz que acentúa la belleza de sus cuerpos, cubierto el de la derecha con un velo transparente, mientras que sus compañeras aparecen desnudas.
Las Gracias están inspiradas en las esculturas clásicas, y se presenta interpretando una danza, con la que Rafael incorpora el movimiento a la composición, alejándose del estatismo de la escuela de Umbría.
Destacar que ya se empieza a ver la in fluencia de Leonardo en la suavidad y dulzura que caracteriza a la obra
La inspiración en la elección del tema pudo estar en los camafeos o medallas antiguas, y en las escenas mitológicas que Botticelli había pintado para los Medici.
El sueño del caballero
En la obra nos llama la atención:
La organización de la composición mediante de un entramado de líneas sinuosas que contrastan con la rigidez vertical del árbol central
El dibujo firme y seguro
El colorido brillante, la limpieza del aire que envuelve a los personajes y la profundidad otorgada por el paisaje muestran aun la formación umbra del artista.
Rafael en 1504 se traslada a Florencia donde permanecerá cuatro años, años decisivos en su formación, aunque no es un periodo en el que consiga grandes encargos.
Su clientela florentina, el tema que más le demanda es el de la Virgen con el Niño, convirtiéndose Rafael en el gran creador de Madonnas, creando un estilo propio, estilo que serán imitadas por diversos autores como por ejemplo el español Luís de Morales
En sus cuadros de Vírgenes vemos claramente la influencia de Leonardo, por sus composiciones triangulares, y la asimilación del sfumato
La creación más importante del período florentino es El Santo Entierro, en la que se revela impresionado por el dramatismo de Miguel Ángel y donde nos muestra ya su dominio en el arte de componer.
Pero el gran encargo público que él esperaba no le llegó, y cuando es llamado por el Papa Julio II a finales de 1508, posiblemente por consejo de Bramante, se traslado a Roma.
En Roma trabaja en la decoración de los aposentos privados del pontífice Julio II, que había elegido el segundo piso del palacio de Nicolás III, en el Vaticano, para establecer su residencia.
La Estancia de la Signatura, despacho y biblioteca del pontífice, fue la primera sala decorada por Rafael entre 1508 y 1511, en estos años Miguel Ángel trabajaba en la Capilla Sixtina.
El programa icnográfico de la sala , se relaciona con la función que tenia la sala y con la personalidad de Julio II , por lo que recoge una concordancia entre el saber antiguo y el saber logrado por la revelación cristiana.
Cuatro son las escenas pintadas al frescos en la sala : “la Escuela de Atenas” , Disputa del Sacramento, el Parnaso , y las Virtudes.
Comenzó Rafael pintando la Disputa de los Sacramentos
En ella se recoge la verdad revelada por Jesucristo, lo que es celebrado por el conjunto de los teólogos, doctores de la Iglesia y Santos que forman un semicírculo en dos zonas superpuestas
Todos los personajes intervienen animadamente lo cual supone una novedad, no menos novedosa resulta la escena de la Escuela de Atenas, donde con la presencia de filósofos y sabios de la Antigüedad se celebra la búsqueda racional de la verdad, que en aquellos años de apertura a la sabiduría antigua, se compenetraba con la verdad revelada por el cristianismo
En un marco arquitectónico inspirado en el proyecto de Bramante para el nuevo San Pedro, y en la nave central, rodeados de personajes, destacan las figuras de los dos grandes filosofor de la Antigüedad, Platón, que señala con la mano al cielo y sosteniendo el "Timeo", y Aristóteles con ellas vuelta hacia la tierra y sosteniendo su "Ética", representando las dos doctrinas filosóficas más importantes del mundo griego: el idealismo y el realismo.
Ambos personajes dialogan y avanzan ante un grupo de figuras que forman un pasillo.
Tras finalizar Disputa del Sacramento, Rafael, recibió el título de "scriptor brevium" gracias al cual podía modificar los trabajos de pintores anteriores y decorar las Estancias a su gusto y pinto:
Sala de Heliodoro
Segunda estancia que pinta, destinada para las audiencias privadas del pontífice. El tema escogido para este ciclo de frescos es el poder protector del papado, la Iglesia como institución que impone la paz.
Sala del Incendio del Borgo
Esta tercera sala Julio II la utilizaba para las reuniones del más alto tribunal de la Santa Sede. Aunque el Incendio del Borgo se basó en el diseño de Rafael, fue ejecutado por sus ayudantes, especialmente Penni, que ejecutaron tres de los frescos tras su muerte.
Una de las facetas más desconocidas de Rafael es la de arquitecto; amigo personal de Bramante, fue el encargado de continuar las obras de la basílica de San Pedro del Vaticano cuando Bramante fallecer en 1514, obras que continua Miguel Ángel y a las que pone fín Maderno.
El 6 de abril de 1520 falleció Rafael en Roma, a los 37 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario