El cartel de publicidad surge como una forma de propaganda y difusión de ideas.
Jules Cheret, (1836-1933), es considerado el padre del cartel moderno.
El éxito de los carteles de Jules Cheret está en sus composiciones asimétricas de gran dinamismo y con cierto aire erótico para la época. En ellos destaca la mujer en primer plano, mujer atractiva e insinuante, que nos invitaba a obtener el producto anunciado como si ello conllevara el derecho de poseer a la modelo.
El cartel y su finalidad:
El cartel es un instrumento público de persuasión, que nos vende una idea mediante la masificación de su imagen en lugares públicos.
Su objetivo más común es el comercial, pero no es el único. También hay carteles de carácter informativo, político, cultural y religioso.
Y no olvidemos que son verdaderas obras de arte.
Suelen ser Litografías o Serigrafías que se imprimen sobre láminas de cartulina, papel, cartón u otro material.
Aunque la litografía la idea Aloys Senefelder en 1798, en sus comienzos era una técnica lenta y cara para la producción del carteles por lo que la mayoría de los carteles se realizaban en grabados de metal (aguafuertes) carentes de color y con poco diseño o en Xilografías.
El desarrollo litográfico en tres colores de Cheret permitió que los artistas alcanzaran los colores del arco iris con tan sólo tres piedras, generalmente rojas, amarillas y azul. Aunque el proceso era difícil, el resultado del color y textura era muy bueno. Lo que hizo de la litografía la herramienta del cartel junto con la Serigrafía.
Evolución y artistas:
Finales del XIX y las primeras décadas del XX, Europa vive la época dorada de los carteles. Carteles realizados por artistas plásticos, pioneros en el lenguaje gráfico publicitario. Carteles que se exponían en la ciudad y que iban dirigidos a la burguesía urbana que podía adquirir los atractivos productos que se le ofrecían.
Los pintores encargados de crear estos anuncios se inspiraban en los estilos artísticos de la época y utilizaban los códigos visuales que conocían para situarlos junto al nombre comercial que acuncian.
El pintor impresionista francés Henri de Toulouse-Lautrec fue uno de los pionero con su Moulin Rouge: la Goule, en 1891.
El objetivo del cartel era promocionar el espectáculo del Moulin Rouge y para ello utiliza la figuras de sus dos bailarines principales, a los que representa en siluetas planas, recortados sobre un fondo también plano y silueteado.
lEl punto de vista elevado, siguiendo la danza de la bailarina, será muy común en el artista, que toma como modelo a Degas.
La publicidad buscaba, entonces y ahora, emocionar, sorprender, divertir, persuadir… e invitar a los consumidores a comprar lo que se les ofrece. Se trata de crear una etérea y delicada línea de comunicación entre el anunciante y el viandante observador. Por eso resulta adecuado utilizar como vehículo el estilo, el dominante del momento, y a principios del XIX dominante en toda Europa es lenguaje modernista.
Destacamos a :
Alphonse Mucha ( 1860-1939) es otro de los primeros artistas que plasma su arte en carteles publicitarios.
En España destaca, en esta corriente, Ramón Casas que inmortalizó la marca Anís del Mono en 1898.
El Modernismo es un fenómeno que surge a finales del siglo XIX y sigue su trayectoria hasta principios del siglo XX en Europa y América.
La estética modernista es muy peculiar con sus trazos de líneas ondulantes y orgánicas muy sensuales, que hacen alusión a la naturaleza, dando vida a un estilo glamoroso.
Abarcada a cualquier manifestación artística, arquitectura, cerámica, mobiliarios, decoración de vidrieras……
Se puso de moda y la demanda del producto llevo a la fabricación en masa, pero teniendo siempre como requisito imprescindible que las piezas fueran fabricadas a mano.
Otra característica estética modernista es la presencia de figura femenina. Estas eran la idealización de la mujer del momento, representadas, en su mayoría, individualmente, esplendida y llenas de fuerza, siendo el centro de importancia en la obra. Sus cabellos estaban compuestos de líneas sinuosas que hacen alusión a la fluidez y sensualidad natural. Sus formas corporales iban acompañadas de exuberantes posturas que marcaban sus curvas, a pesar de ello las figuras femeninas no eran vulgares, sino sutiles, delicada y, tal vez, hasta influidas por la época clásica.
El artista checoslovaco, Alphonse María Mucha, destacó en el movimiento modernista por sus inconfundibles figuras femeninas, de perfil y con cabellos ondulantes. También utilizó manierismos sutiles y atavíos vaporosos. Mucha destacó a estas mujeres de tal manera que, aún sin saber quién fue el autor, el espectador ya reconocía su mano en la obra.
En el cartel que publicitaba “ Gismonda”, obra protagonizada por la actriz Sarah Benhardt, vemos las características de las obras de Mucha: la mujer de perfil protagonista de la estampa , flores que cubren delicadamente su cabello, líneas onduladas que marcan los espacios para la organización del cartel; todo ello sobre un fondo en mosaico, en lo que se aprecia el interés del artista por el por el mosaico Bizantino.
El cambio de siglo presentó un futuro brillante en la producción industrial y en la demanda del consumo. La publicidad que alcanza un momento álgido, convierte las calles de la ciudad de París en galerías de arte públicas.
Mucha tendrá como clientes a grandes compañías que lo contratan para que realice anuncios publicitarios de distintos productos, entre ellas la Joseph Bardou Company, compañía propietaria de la marca Job.
En ella se manufacturaban papeles de cigarrillo.
En el 1896, el artista diseñó uno de los carteles más populares dentro de su colección: cartel para papeles de cigarrillos Job.
La necesidad imperiosa por parte de la publicidad de buscar la novedad que sorprendiera y atrajera a los consumidores, aceleró la adopción de otras corrientes que ya aparecían en el panorama del Arte, en unos casos, provenientes de las llamadas vanguardias (Cubismo, Futurismo, Constructivismo, De Stijl, Dadaismo, Bauhaus…) y en otros casos, de la natural evolución de ese arte comercial que derivó en el Art Decó (1920-1930).
Era el inicio del paso del arte al diseño.
Si al inicio de esta entrada hablábamos Jules Chéret como uno de los padres del cartel moderno en el París de finales del siglo XIX y vinculado al modernismo, Cassandre está directamente emparentada con el periodo de entreguerras y el Art Déco.
Adolphe Jean-Marie Mouron conocido como Cassandre, es uno de los pioneros en el arte del cartel y gran diseñador gráfico.
El artista afirmaba en el año 1933:
“ El cartel no es pintura ni decorado teatral, sino algo diferente aunque a veces utilice los medios de uno u otro. El cartel exige la renuncia del artista a firmar su personalidad. Si lo hace rompe las reglas del juego. La pintura es un fin en sí misma, mientras que el cartel es un medio para un fin, un medio de comunicación entre el anunciante y el público, semejante a un telegrama. El cartelista desempeña la labor de operador de telégrafos. En consecuencia emite y transmite un mensaje que no debe contener, información detallada. Únicamente se exige de él que establezca una clara, poderosa siempre y precisa comunicación.”
Próximas entradas, continuaremos con la evolución
del cartel y la publicidad