Nace en Rotterdam. A los doce años comienza a trabajar como aprendiz en una empresa de decoración.  En 1926  viaja a Estados Unidos como polizón. En 1927 se instala en Nueva York  y  por un tiempo trabaja como pintor de brocha gorda. A lo largo de su vida realizara trabajos muy diversos, aunque desde fines de los años 30 se dedica en exclusiva a la pintura. Es reconocido como pintor norteamericano, ya que a partir de  1926, se  instala de forma prácticamente definitiva en Nueva York;  está considerado como uno de los pintores más importantes de mediados del siglo XX, así como representante del expresionismo.  Él  nunca se sintió del todo anclado en este movimiento pictórico, ya que su interés  consistía en buscar una casi imposible fusión de expresionismo, cubismo y surrealismo. 
Asiduo visitante a exposiciones    se siente atraído por la obra de Henri Matisse y Giorgio de Chirico.
 El estilo de ambos artistas  lo rastreamos en   Still Life (1929), en la que algunos objetos  son vistos en un espacio indefinido entre volúmenes prismáticos. 
A mediados de los años treinta, en su pintura vemos la influencia de Arshile Gorky, Stuart Davis y John Graham,  y a través de ellos  las  de Picasso y Miró y de  otros  muchos artistas, lo que  reconoce el propio Kooning  al afirmar que era " un pintor ecléctico por elección: puedo abrir cualquier libro  de reproducciones y encontrar una pintura que ha influido en mí". 
La influencia del modernismo derivado del cubismo de Stuart  Davis, Graham y especialmente Arshile  Gorky,  son evidentes en los estudios para proyectos de pintura mural que realiza en 1935-36 en el marco del Federal Art Project, entre otros Study for the Williamsburg Project (1936), un gouache sobre papel en el que formas geométricas aparecen combinadas con elementos de carácter orgánico. 
Al realizar un recorrido por su obra observamos que se expreso pintando, esculpiendo, dibujando y grabando. 
Su primeras obras  son de carácter figurativo( paisajes, naturalezas muertas, algunos retratos),  en los que se observa una tendencia progresiva a la  simplificación de las formas.
A fines de 1930, de Kooning empezó a pintar figuras abstractas e interiores sin seguir la abstracción geométrica entonces popular en Nueva York. 
Realiza dibujos  a carboncillo y  pinturas figurativas  en  composiciones casi abstractas . De esta época es  su única serie de pinturas de los hombres. 
A finales de la década de los treinta, fecha en que conoció a su futura esposa, la pintora Elaine Fried,  la  mujer  será el tema central de  su obra. 
Si observamos las dos  imágenes  vemos que la figura está construida con  planos irregulares  en parte fragmentados y en un interior muy geométrico. 
Advertimos la combinación  de elementos figurativos con otros puramente abstractos y  la alternancia de  espacios pintados en un único color con otros en los que la paleta es diversa y con cierta predilección por los colores más cálidos.
En muchos de estos cuadros dedicados a la figura femenina, el pintor norteamericano recurre al empleo de la conocida action painting, característica de una de las dos grandes corrientes del expresionismo abstracto.
A finales de la década de los cuarenta  su obra camina en  dos direcciones,  una segunda serie de composiciones con el tema de la mujer, con rasgos más violento y grotesco que las anteriores  y donde el blanco domina la paleta. 
Y  series de blanco y negro. 
El 1953, Kooning expone   cinco obras con el tema de la mujer, las telas causaron sensación por su intenso carácter expresivo. Las figuras no muestran un tratamiento realista, sino que sus características (rostros con ojos muy abiertos y bocas entreabiertas que muestran grandes dientes) las apartan de cualquier ideal de “belleza”.
Woman I 
Woman II 
 Si observamos ambas pinturas  vemos que la figura de la mujer  aparece sobre un fondo indeterminado que casi se confunde con la figura  humana, que  llama la atención por sus ojos sobredimensionados, desiguales de un negro intenso y sombreados de azul,  con boca crispada, amplios hombros  y  grandes pechos conseguidos con una pincelada curva  sin intentar darnos la sensación de volumen .
Conseguida la figura con pinceladas gruesas, rápidas y pastosas  con colores amarillos, azules, sosas, gris metálico y algunos toques de rojo nos trasmite una gran emoción.
Podemos decir que ambas obras están entre la figuración y la abstracción. 
Algunos críticos , ven una actitud  misógina en de De koonig  al pintar estas obras. Y que en ellas nos muestra su angustia vital y sus tendencias autodestructivas.
Hacia 1960 el artista comenzó una serie de pinturas conocidas como los “abstract pastoral landscapes” que, entre otras, incluyó Door to the River (1960). 
Y Rosy-Fingered Dawn at Louse Point  de 1963.  Obra de gran formato (más de dos metros de altura) y una paleta dominada por blancos y amarillos. 
A comienzos de 1963 de Kooning abandonó Nueva York y se establece en Springs, una localidad de Long Island donde construyó su vivienda-taller. En  estos años  de Kooning se inclina  por la escultura y la estampa gráfica. Nunca había esculpido, y su experiencia en grabado era limitada, había realizado unos pocos. 
Su interés por la escultura comienza por casualidad en 1969, cuando encuentra en Roma al escultor Herlz Emanuel, un antiguo amigo. En su talle realiza una serie de pequeñas figuras en barro, de entre diez y treinta centímetros de altura, y antes de abandonar Roma autoriza a Emanuel a fundir trece de las figuras en bronce. Las pequeñas esculturas, todas sin título, representan figuras humanas, pero el material fue utilizado con una expresividad tal que las aleja de representaciones realistas.
Su interés  por la estampa grafica en 1970 se debió a  un viaje a Japón, donde estudió trabajos de caligrafía y otras técnicas relacionadas al uso de tinta y pincel. En los meses siguientes realizó una serie de veinte obras, usando tanto piedras litográficas como planchas de metal, ejemplos: 
The Marshes 
y Wah Kee Spare Ribs. 
En las que témenos imágenes  no figurativas y una  a cierta figuración
A los pocos años vuelve a dedicarse exclusivamente a la pintura, comenzando una serie de obras que el crítico David Silvestre caracterizó como “paisajes del cuerpo”, composiciones en las que combinó elementos abstractos, paisajes y el cuerpo femenino. Se basó simultáneamente en bocetos recientes de figuras humanas y en fotografías de dibujos de años anteriores, material que agrandó proyectándolo sobre telas de hasta dos metros y medio de altura. La mayoría de las obras de esta serie no fueron tituladas, con excepción de Whose Name Was Writ in Water.
A los pocos años vuelve a dedicarse exclusivamente a la pintura, comenzando una serie de obras que el crítico David Silvestre caracterizó como “paisajes del cuerpo”, composiciones en las que combinó elementos abstractos, paisajes y el cuerpo femenino. Se basó simultáneamente en bocetos recientes de figuras humanas y en fotografías de dibujos de años anteriores, material que agrandó proyectándolo sobre telas de hasta dos metros y medio de altura. La mayoría de las obras de esta serie no fueron tituladas, con excepción de Whose Name Was Writ in Water.
Es ahora cuando se agravan los síntomas causados por su alcoholismo y  sus pérdidas de memoria ( desarrollar la enfermedad de Alzheimer en la década de 1980) lo que  provoca que a fines de los años 70 el ritmo de trabajo disminuya considerablemente aunque sigue pintando hasta su muerte a los 93 años.
En esta etapa simplifica  su forma de trabajar. Dejo de lado los trabajos en series (Woman I, II etc.)  y comienza a realizar lo que serían dibujos a color de gran formato, algunos limitados al rojo y el azul, y otros con combinaciones de amarillos y blancos, en los que muestran  una serenidad que no se veía antes en sus lienzos.
Entre sus obras tardías se cuentan las que conforman una serie realizada en 1986-87, con obras basadas en líneas de color que evocan paisajes con follaje y sinuosas figuras, por ejemplo Conversation y The Cat’s Meow, ambas de 1987 


















 

